Es recomendable no guardar las botellas en la cocina ni en lugares donde hayan cambios extremos de temperatura.
Guarda las botellas en algún lugar oscuro, tranquilo, sin vibraciones y lejos de ruidos fuertes, donde la botella pueda permanecer recostada, de modo que el líquido esté en contacto con el corcho y se reduzca así la posibilidad de la entrada de aire.